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Nuestra filosofía

Chocolatada Camig

Misión

Nuestra misión es acoger a las personas migrantes brindándoles los medios necesarios para que restablezcan sus derechos; apoyando sus procesos de inclusión e integración en los nuevos contextos, inspirados en los principios evangélicos de misericordia, caridad y solidaridad.

Desarrollamos una operación humanitaria de apoyo a la movilidad humana en todas sus dimensiones, tanto nacional como internacional, y en todas su formas, ya sea movilidad económica, trata de personas y/o migrantes en tránsito.

Visión

Nuestra visión se basa en Ser migrante con los migrantes a través de un ambiente de encuentro solidario con calidad profesional y humana, comprometidos con pasión y alegría por el cambio integral de las personas, favoreciendo el crecimiento integral de sus colaboradores y contar con una red de cooperación y apoyo que confía plenamente en nuestra labor misionera.

Los Migrantes: Comprometidos, con pasión y alegría, con el cambio integral de las personas migrantes (individual, familiar y comunitario) acogidas por la Fundación.

Nuestro Equipo humano: Somos una institución que favorece el crecimiento integral de sus colaborador(a)es.

El Servicio que ofrecemos: Ofrecemos un ambiente de encuentro solidario con alta calidad profesional y humana.

Los Socios con los que contamos: una red de apoyo que confía plenamente en nuestra labor misionera.

 

Valores

  1. Solidaridad:

La solidaridad se asume inspirada en la parábola del Buen Samaritano, en la cual se expresa que el prójimo es todo aquel que requiere de nosotros una acción misericordiosa, una respuesta amorosa que no se agota en hacer lo básico, sino en hacer todo lo necesario para restablecer al otro en su dignidad. Esto nos inspira para actuar con base en lo que esta persona requiere para proteger su dignidad de ser Hijo de Dios. El verbo movilizador de este valor es: “AMOR”.

 

  1. Compasión: La compasión implica compartir el dolor del otro, acompañarlo en su propia pasión, con el fin de transformar con él o ella ese dolor en búsqueda de realización plena, atendiendo a lo que Dios quiere para cada uno de nosotros. La compasión es un proceso pleno de reconocer en el otro el rostro mismo de Dios, lo anterior implica respeto profundo por el otro y empatía transformadora con  él o ella. El verbo movilizador de este valor es: “COMPARTIR”.

 

  1. Fraternidad: Este valor se basa en reconocer que todos somos Hijos de Dios, compartir esa paternidad nos hace hermanos y hermanas, la acción de compartir nos implica: “Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común:45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.” Esa primera experiencia comunitaria nos ilumina acerca del sentido de reconocernos cristianos: vivir junto al otro y compartir todo de acuerdo a la necesidad de cada cual. El verbo movilizador de este valor es: “ACOGER”.

 

  1. Respeto: Este valor  inspira a reconocer en cada persona la dignidad, esto es, la naturaleza humana de ser hijos de Dios. En tal sentido, todo lo que hagamos con el otro es como si lo hiciéramos con el mismo Dios. Al reconocer en el otro a Dios mismo, reconocemos que es un ser único, irrepetible, hecho a imagen y semejanza de Dios; con inteligencia, voluntad, libertad y capacidad de amar; así como portador de derechos dirigidos a preservar su dignidad. El verbo movilizador de este valor es: “TRANSFORMAR”.

 

  1. Dignidad: Este valor encamina a reconocer en el otro su grandeza, inherente al ser humano en cuanto que es hijo de Dios. En tal virtud la dignidad no se restringe, ni se limita en razón de convicciones políticas, religiosas, ni en razón de raza, género o edad. Los humanos son seres integrales con distintas dimensiones; la realización de cada una de estas dimensiones nos implica realizarnos plenamente en nuestra grandeza. El Papa Francisco ha hablado de la sacralidad de la persona, por ello la persona humana no puede ser sometida a ningún tipo de violencia, explotación, degradación o ignominia y, cuando por razones históricas ello ocurre, se debe restablecer su dignidad. El verbo movilizador este valor es: “PROTEGER”

 

  1. Tolerancia La tolerancia no es aceptación incondicional, es más bien un esfuerzo por no juzgar al otro desde el lugar de la verdad propia. Es aceptar que la comprensión limitada del mundo se enriquece con otras visiones y verdades. Reconociendo que la esencia humana racional orienta en la búsqueda de la verdad y la esencia espiritual conlleva a buscar a Dios; por tal motivo el lugar donde se busca a Dios es en el otro y en su cuidado, en la naturaleza y en su cuidado. El verbo movilizador de este valor es: “COMPRENDER”.

 

  1. Servicio: Al escuchar las palabras del Papa Francisco  “El verdadero poder es el servicio”; de tal forma no hay poder en las riquezas, armas o en dominar a otros; el poder de servir es el poder de transformar, la materialización del amor es el servicio, esto es, la entrega radical en todo lo que se hace por los otros y así  aportar a la construcción del Reino de Dios. Reconocer en los rostros de los otros y de las otras el rostro mismo de Jesús. En consideración con lo anterior, ser conscientes de que el actuar y las intervenciones con los migrantes influyen decisivamente en sus vidas y el futuro próximo de los mismo.